El uso de aceites industriales genera un residuo peligroso del que pueden derivarse graves daños medioambientales si su gestión es inadecuada. Su eliminación por incineración incontrolada o vertido provoca graves problemas de contaminación en el aire, el agua y el suelo.
El aceite usado es peligroso debido a:
- Su toxicidad.
- Su baja biodegradabilidad.
- Su acumulación en seres vivos.
- La emisión de gases peligrosos.
- Su degradación química.
A continuación, varios ejemplos de la capacidad de contaminación que posee el aceite mineral usado:
En el agua produce una película impermeable que puede asfixiar a los seres vivos que allí habitan. Un litro de aceite contamina un millón de litros de agua y dos litros el agua que aproximadamente contiene una piscina olímpica. En el mar, un compuesto hidrocarbonado como el aceite usado puede perdurar 10 ó 15 años.
En el aire, si el aceite usado se quema origina importantes problemas de contaminación y emite gases muy tóxicos, debido a la presencia en este aceite de compuestos de plomo, cloro, fósforo, azufre, etc. Cinco litros de aceite quemados en una estufa contaminarían 1.000.000 m3 de aire, que es la cantidad de aire respirada por una persona durante tres años.
En la tierra, el vertido del aceite usado puede perjudicar tanto el suelo como las aguas superficiales y subterráneas, afectando gravemente a la fertilidad del suelo, al alterar su actividad biológica y química. Tan sólo un litro de aceite usado puede contaminar una superficie similar a la de un campo de fútbol.
Mediante la entrega de este residuo a Adalmo, adherido a SIGAUS, los productores de aceites industriales cumplen la obligación de garantizar la correcta gestión de los aceites usados y, con ello, reducir su impacto ambiental. En la imagen inferior un resumen de lo que se consiguió en Mallorca en 2013 con la gestión del aceite mineral usado. Si quieres obtener más información clicka aquí o aquí