El certificado de SGS de Residuo Cero avala que al menos el 95% de los residuos gestionados en nuestros centros han sido valorizados, es decir, sometidos a operaciones de reutilización o reciclaje. Concretamente en 2020 nuestro índice de valorización ha sido del 98.9%.
Residuo Cero significa aplicar los principios de la Economía Circular en el modelo de gestión de residuos. En este modelo, los residuos no acaban en el vertedero sino que se convierten en nuevos recursos que pueden seguir utilizándose, ayudando así a salvaguardar el medio ambiente gracias a una gestión sostenible.
En Adalmo apostamos por la valorización en lugar de la eliminación. Se trata de reutilizar y reciclar para dar una nueva vida al mayor número de residuos. Trabajamos en todas las etapas del flujo de cada residuo, contabilizando el 100% de los residuos que gestionamos (los propios y los de nuestros clientes), que son segregados en fracciones diferentes para dar una gestión más adecuada a cada residuo.
Esta certificación de nuestra actividad garantiza el cumplimiento de los requisitos de SGS y el máximo porcentaje de valorización. Gracias a esta estrategia reducimos la generación de residuos para transformarlos en nuevas materias primas que vuelvan a entrar en la cadena de valor.
Residuo Cero es un ejemplo más con el que Adalmo se suma a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, posicionándonos como una empresa de referencia en la gestión de residuos. Descubrir nuevos recursos en lo que antes se consideraban residuos significa contribuir a un modelo de economía más responsable con las personas y con el planeta: una economía circular en la que todo es aprovechado para un nuevo proceso.