Hoy en día sólo un pequeño porcentaje de los electrodomésticos y aparatos electrónicos son tratados de forma conveniente una vez que termina su vida útil. La mayoría de estos residuos electrónicos tiene diversos componentes que pueden llegar a ser muy contaminantes, afectando incluso a grandes porciones de tierra y agua.
Los aparatos eléctricos y electrónicos están clasificados en las siguientes categorías:
- Grandes electrodomésticos (equipos refrigeradores, lavadoras, lavavajillas, cocinas, hornos, aparatos de calefacción y de aire acondicionado, etc.)
- Pequeños electrodomésticos (aspiradoras, planchas, tostadoras, máquinas de afeitar, etc.).
- Equipos de informática y telecomunicaciones (ordenadores, impresoras, calculadoras, teléfonos)
- Aparatos eléctricos de consumo (rádios, televisores, videocámaras, cadenas de alta fidelidad, instrumentos musicales, etc.).
- Aparatos de alumbrado (lámparas y bombillas).
- Herramientas eléctricas y electrónicas (taladradoras, sierras, máquinas de coser, etc.).
- Juguetes (trenes eléctricos, consolas portátiles, videojuegos, etc.).
- Materiales médicos (aparatos de radioterapia, cardiología, diálisis, etc.).
- Instrumentos de vigilancia y control (reguladores de calefacción, detectores, etc.).
- Máquinas expendedoras (bebidas, productos sólidos, cajeros, etc.).
Tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
Los objetivos del tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos deben ser: reducir la cantidad de residuos y la peligrosidad de sus componentes, y regular la gestión para mejorar la protección ambiental, fomentando su reutilización y su valoración.
Reutilización/Reparación: Siempre que sea posible, debe optarse por la reparación de los aparatos eléctricos y electrónicos. Cuando no lo sea, los equipos serán llevados a una planta de tratamiento como es Adalmo, para los procesos de descontaminación, desmontaje, reciclaje y valorización.
Reciclado: En el proceso de reciclaje, los aparatos eléctricos y electrónicos se desmontan y se descontaminan las sustancias peligrosas en caso de que las contengan. El proceso implica la recuperación de materiales como plásticos, metales o vidrio para su posterior reciclado.
Valorización energética: Se trata de buscar otros usos energéticos a los materiales de los aparatos eléctricos y electrónicos.
Eliminación: Implica la eliminación de aparatos o de sus componentes cuando no pueden reutilizarse, reciclarse o usarse para la valorización energética. Es el último paso a seguir en el tratamiento de reducción de residuos.
Si tienes dudas sobre cómo deshacerte de tus residuos electrónicos, contáctanos. Tenemos oficina en Palma y Manacor.