Implantamos el Reglamento Europeo sobre chatarra de cobre

El proceso del reciclaje de metales es una técnica de valorización en la que los residuos metálicos llegan a una empresa gestora como Adalmo, son clasificados y separados por tipologías, posteriormente son prensados, triturados o recortados hasta obtener unas dimensiones determinadas y, a continuación, son enviados a las fundiciones.

Los residuos férricos son fundamentalmente el hierro, el acero y los residuos de fundición. Estos residuos son muy valorados para el reciclaje, ya que ahorran, por un lado, una gran cantidad de energía y agua respecto a la producción con el mineral de hierro.

En cuanto a los no férricos, hay un gran abanico de materiales como el aluminio, el cobre, el magnesio, el plomo, el estaño, el zinc y el níquel, de los cuales el aluminio es el material más reciclado. Estos residuos tienen un gran valor económico, ya que su recuperación ahorra grandes cantidades de materias primas que, en este caso, tienen un precio elevado y además son difíciles de extraer.

Adalmo es una de las pocas empresas que ha implantado el Reglamento que trata sobre la chatarra de cobre (Reglamento (UE) nº 715/2013) y tenemos certificado nuestro sistema de gestión cumpliendo los criterios que determinan cuándo la chatarra de cobre deja de ser residuo.

Tratamos la chatarra para que posea las características de pureza y calidad descritas en el Reglamento, para que los residuos de cobre (hilo, rollo, millberry, estañado, tubo, pletina, calderín, granalla, radiadores, etc.) puedan ser utilizados como materia prima en las operaciones de valorización. Cumplimos con los procedimientos y técnicas de tratamiento marcados en nuestro sistema de gestión verificado, que consta de una serie de procedimientos documentados y controles para demostrar la adecuación a los criterios marcados en el Reglamento.

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