Hace unos días fue el día mundial del agua y toda la red se inundó de imágenes y datos sobre el consumo de agua en el mundo. La mayoría de cifras que se han mostrado son realmente alarmantes y preocupantes.
El agua es un bien escaso y no somos conscientes del uso que hacemos de ella. En muchos países tienen serios problemas y en España no abunda. De hecho, este invierno en Illes Balears ha sido uno de los más secos en un largo periodo de tiempo. Los embalses se han quedado vacíos y el campo está seco.
El cálculo de la huella hídrica y de la huella de agua de productos y organizaciones es un indicador que ya han adoptado grandes empresas mundiales. Comienza a tomar fuerza como una demanda real y actual del mercado, que además tiene el valor añadido de que, en muchos casos, las iniciativas para su reducción conllevan ahorros económicos significativos para las empresas.
Uno de los ejemplos que se han publicado es este:
Como poco llama la atención, resulta que un 96% del agua que se consume no la vemos. La pregunta es sencilla, ¿dónde va tanta agua?
Para la producción de la mayoría de productos se utiliza agua, demasiados litros. Mira en la producción de alimentos:
En nuestras manos no está reducir estas cifras directamente pero en nuestras casas sí. Debemos reciclar, reutilizar y revalorizar todo lo que podamos, sin duda ayudaremos a reducir litros de agua.