El amianto, o asbesto, es uno de los componentes del fibrocemento, un material de construcción que en España lo comercializó la empresa Uralita, por eso solemos conocerlo como “uralita”. Algunas de sus fibras microscópicas pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para que representen un riesgo para el aparato respiratorio.
Solo por estar en contacto con el amianto o fibrocemento no supone gran riesgo para la salud. En cambio, cuando el contacto es prolongado y se manipula el material, es otra cosa. Las fibras pasan al aire y pueden respirarse con facilidad. Estas partículas fibrosas pueden llegar a adherirse a la ropa aumentando el riesgo de pasar al aire respirado.
El amianto puede provocar graves enfermedades en el aparato respiratorio. El cáncer de pulmón es la más mortal de las que afectan. El amianto es considerado por la OMS como un cocarcinógeno, es decir, un agente externo físico, químico o biológico capaz de producir cáncer, como es el tabaco.
Otra de las enfermedades es el mesotelioma maligno, otro cáncer pero que afecta a la pleura y al peritoneo. Suele aparecer en los expuestos al amianto por motivos laborales. Los síntomas pueden no aparecer hasta 20 o 30 años después de la exposición.
La asbestosis es una enfermedad asociada directamente a la exposición al amianto. Consiste en el desarrollo de una fibrosis pulmonar tras la inhalación de asbesto. Se desarrolla con el paso de los años y los síntomas son dificultad respiratoria que se va agravando a medida que progresa la enfermedad, tos seca y sensación de tirantez en el pecho.
El uso de amianto fue absolutamente prohibido en España desde diciembre de 2001. Aún queda mucho amianto en construcciones anteriores a la prohibición, por lo que se recomienda su retirada lo antes posible. Uno de los mayores problemas del amianto es que al tener un periodo de latencia tan elevado , en muchas ocasiones, se han culpado a otros desencadenantes como el tabaco de los problemas de cáncer. Las empresas especializadas en la retirada de amianto, como Adalmo, están inscritas en el RERA y aseguran un desamiantado profesional, seguro y libre de restos de contaminaciones.