Reciclaje en Semana Santa

El medio ambiente nunca se va de vacaciones. Por ello, aunque disfrutemos de unos días de descanso durante la Semana Santa, es importante continuar con el hábito del reciclaje.

Las vacaciones de Semana Santa son un buen momento para recordar la importancia de reciclar. Por un lado, en estos días aumenta el consumo, en especial el de envases (ya sean de vidrio, de plástico o de aluminio), y por tanto también la cantidad de residuos generados.

El hábito del reciclaje y el disfrute de las vacaciones de Semana Santa son compatibles, te dejamos algunos consejos:

  •  Localizar los contenedores si se va a otra ciudad. Al llegar a tu destino es importante saber dónde se ubican los contenedores amarillos (envases, latas y briks), azules (papel y cartón) y verdes (vidrio), así como conocer la lista de desechos que pueden depositarse en cada uno de ellos.
  •  No abandonar los residuos en entornos naturales. Llévate bolsas para guardar los residuos hasta llegar al contenedor más cercano.
  • Improvisar una zona de recogida de los residuos. Si el alojamiento en el que se pasan las vacaciones no dispone de cubos para reciclar, se pueden separar los envases en diferentes bolsas para depositarlas después en el contenedor correspondiente.
  • Ser paciente ante las aglomeraciones. En Semana Santa las multitudes de gente en las calles pueden dificultar en momentos puntuales el acceso a una papelera o un contenedor. Por ello, no
  • conviene perder la calma y guardar el envase u otro residuo hasta que se pueda tirar de manera correcta.
  • Aprovechar las vacaciones para hacer educación ambiental. Adultos y niños comparten estos días festivos y puede ser un buen momento para enseñarles la importancia del reciclaje. Se puede hacer de forma lúdica, jugando a adivinar dónde se depositan los residuos o haciendo manualidades con envases.
  • Reciclar es importante, pero antes hay que reducir y reutilizar. En estas fiestas se tiende a consumir más de lo habitual, pero se puede hacer dentro de un orden, sin despilfarros ni exageraciones. Antes que el reciclaje, la primera prioridad del consumidor ecológico es reducir (consumir solo lo necesario); y la segunda, reutilizar (reaprovechar los productos para darles una vida útil mayor).

Os recordamos que el reciclaje conlleva numerosos beneficios ambientales, económicos y sociales. En el caso del vidrio, reciclar ocho botellas ahorra la energía necesaria para cargar la batería de un Smartphone durante más de dos años y de una tablet durante un año. La tasa de reciclado de envases de vidrio de 2013 en España evitó la extracción de 825.220toneladas de materias primas y ahorró la energía suficiente para abastecer el consumo eléctrico de los hogares de una ciudad de millón y medio de habitantes durante cinco meses. Además, se impidió la emisión a la atmósfera de 460.748 toneladas de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero implicado en el cambio climático.

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